La Escuela Elemental y Superior Antolina Vélez de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla reconoce, que el estudiante del siglo XXI es un niño o joven expuesto a las nuevas tecnologías y a los medios audiovisuales más modernos. Son jóvenes para quienes lo artístico, lo musical, lo creativo, lo intuitivo y lo emotivo son los mejores medios para realizar su aprendizaje. Los estudios más recientes sobre cómo funciona el cerebro en su capacidad de lograr aprendizaje y de cómo aprenden las nuevas generaciones nos refuerzan la convicción de que el maestro debe ser un buen conocedor de sus alumnos para que se convierta en un mediador y facilitador entre su estudiante y la experiencia del aprendizaje. Este estudiante es un ser activo que tiene un rol muy importante en el manejo de su aprendizaje y en la autoevaluación del mismo. De ahí que la experiencia en la sala de clase deberá partir de un contexto vivencial, pertinente al estudiante para que pueda convertirse cada lección diaria en una acción dinámica, interesante y retadora. A estas experiencias académicas, se incorporarán las actividades co-curriculares pertinentes e innovadoras que contribuirán a la construcción del conocimiento y al fortalecimiento de los valores éticos y sociales. El maestro, consciente de su nuevo rol como facilitador del aprendizaje, será un profesional con una preparación sólida en su materia o nivel de enseñanza; pero también un ser humano, dinámico, creativo, abierto al diálogo franco y sincero, flexible, paciente, conocedor de nuevos métodos y técnicas que integran la tecnología y deseoso de abrir caminos de comprensión y solidaridad con sus estudiantes. El “assessment” diagnóstico formativo y sumativo nos permitirán ir evaluando los logros alcanzados.
La Escuela Elemental y Superior Antolina Vélez de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla, reconoce como comunidad de aprendizaje, la importancia medular que tienen los padres o encargados de nuestros estudiantes en su formación académica. Sin su apoyo, la labor nuestra sería muy difícil de desarrollar. De ahí que los padres, tanto a través de la Asociación de Padres como en su carácter individual, se consideran parte integral de este centro educativo; son escuchados y tomados en consideración en los procesos escolares, los contenidos curriculares y desarrollo de actividades. Escuela y Padres somos en la misma empresa: la que busca formar un ser humano capaz de enfrentarse a la vida futura con la mejor preparación académica posible y con los valores ciudadanos que le permiten ayudar a su comunidad a progresar en todas las dimensiones.